ARROPADO
Nadie hace las camas como mi madre,
extiende con cariño las sábanas
y esconde sus ansias de reposo bajo el colchón.
Pone una manta repleta de ternura
y añade otra
que proteja la ilusión.
Y un edredón de mar para Morfeo.
A media noche o de madrugada,
cuando yo me he peleado con las sábanas,
viene a arroparme
para que se me escapen
los sueños.
Cristina Muñoz Polonio
Valladolid
'Caminar Conociendo', pag. 30, nº. 8. Julio de 2.000
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