Había salido por la mañana temprano
a segar el prado de un vecino
a media tarde aún no había
vuelto.
El padre de mi padre.
Le encuentro yo.
En la cuadra.
Muerto
Se había quitado la
vida
colgándose de una
cuerda.
Mi abuelo.
Tenía
la bragueta abierta
la lengua sacada
como si en el último momento
hubiera decidido
despedirse de este mundo
con un gesto de burla.
Y hay más.
Un pequeño detalle.
Su reloj.
Sigue
funcionando.
Todavía tiene
cuerda.
David González es miembro del Ateneo Obrero de Gijón
(LEÍDO EN 'CAMINAR CONOCIENDO' EN LA PÁGINA 25 DEL NÚMERO 8 DE JULIO DEL 2.000)
No hay comentarios:
Publicar un comentario