2. Tercera balada de la cárcel de Burgos
por Manuel de la Escalera
Las losas son de cemento tipo Pórtland. Su superficie no es lisa. Hallándose aun fresco el cemento se pasó sobre él un rodillo con dientecillos metálicos. No están colocadas a nivel. Cu7atro sumideros ocupan el centro de cuatro cuadriláteros secundarios, los cuales forman, en conjunto, el gran cuadrilátero del patio, que mide 69 por 57 metros.
Los ejes de losas a nivel que, formando una cruz, parten de los puntos medios de los cuatro lados, se hallan 20 cms. más altas que dichos sumideros, de modo que, entre los brazos de la cruz, cuatro depresiones en forma de cubeta piramidal, en cuyo fondo está la losa a nivel donde se abren las ranuras del sumidero. Has este corren las aguas de la lluvia, del deshielo y del baldeo por una pendiente de dos grados.
Aunque este desnivel resulta apenas perceptible a la vista, tiene gran importancia para quienes han de pisar las losas diariamente durante años y años.
El patio consta de 6.587 losas. Las 153 de los ejes a nivel miden 60 x70 cms. Las 12 que van en declive, desde cada uno de los vértices del cuadrilátero secundario hasta el centro de este, es decir, hasta los sumideros 1’20x1’00. Las que forman un par de caras contrapuestas de cada cubeta piramidal, 65 cms. en cuadro. Las de sus otras dos caras son paralelográmicas y, cuando se hallan cortadas por las susodichas diagonales adquieren formas trapezoidales muy diversas y muy difíciles de medir. Esto mismo ocurre con algunas de las losas laterales. Las cuatro donde se abren los cuatro sumideros, son de forma hexagonal, y la situada en el centro del patio, en el cruce de los dos ejes, allí donde está el acceso a la gran atarjea de la prisión –con un sifón y dos rejas en su recorrido para imposibilitar al fuga- mide 2’80 metros, tanto de alto como de largo y tiene forma de cruz griega reforzada en el centro.
Todas las losas están separadas entre si por ranuras de 3 cms., las cuales no tiene solo una finalidad perspectiva e imitativa, sino que sirven para evitar que el cemento se agriete con las contracciones y dilataciones causadas por los cambios del tiempo y de temperatura. En realidad no son ranuras auténticas, como las que separan unas a otras a las losas de piedras, sino incisiones superficiales. Si miramos el suelo del patio desde sus lados más largos, estas ranuras quedan situadas al tresbolillo, salvo aquellas de las diagonales de los cuadriláteros secundarios, donde, por estar sesgadas las losas, sus ranuras, son paralelas y equidistantes entre si, como los tramos de una escalera, pero sesgadas con relación a las demás.
Entre las ranuras de las losas crecen musgos, hierbecillas y alguna que otra florecilla silvestre.
Manuel de la Escalera
TODOS LOS TEXTOS RELACIONADOS CON MANUEL DE LA ESCALERA ESTÁN EN LAS PÁGINAS 20 y 21 DE LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’, NÚMERO 8 DE JULIO DEL 2.000
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